Se ve un jardín y bloques de edificios distribuidos a diversos niveles y distancias, cuanto más cerca más irreales, quién sabe si importados de Hong Kong o fruto de un "collage", atravesados de vez en cuando por calles quebradas, grúas rojas y retales de campo, talleres, desmontes, vertederos de chatarra, tejados sin rematar, excavadoras, alguna bandera. Todo esto debe de pillar por el barrio de casuchas que llevaba al cementerio; en aquellos caminos los novios de verano cortaban amapolas que lloraban pétalos rojos sobresu amor efímero.
Muy bueno Ainara!
ResponderEliminarSi es que no me queda otra que sentirme muy orgullosas de vosotras!
U bico grande!